miércoles, 5 de noviembre de 2014

El Patronazgo y la Clientela


El Patronazgo y la Clientela
Jesús Javier Vilareyo y Villamil
Las relaciones de patronazgo social y clientela son unas estructuras sociales muy antiguas instituidas ya en la cultura romana así como en otras comunidades mucho más ancestrales (la devotio ibérica). En general responden a la idea de la sumisión, obediencia o dedicación de unas personas de nivel socioeconómico bajo (clientes) a otra-s de nivel alto (patrón, padrino...) relación de la que se obtienen beneficios mutuos de diverso tipo. Durante la Edad Media podían ser relaciones de vasallaje. Estas formas de patronazgo subsistieron básicamente en amplias zonas campesinas y depauperadas del sur de Europa extinguiéndose en las sociedades industriales, urbanas y económicamente más desarrolladas. También existen en muchas partes del mundo.

   El cliente por lo general ofrece obediencia, lealtad y sumisión al patrón que le corresponde con protección, beneficencia o ayudas económicas diversas, siendo éste normalmente una persona pudiente y con ambiciones de dominio social, político y económico, y necesitada por ello de una red de ayudantes y fieles servidores.

   Su característica definitiva es la brutal jerarquía establecida entre patrón-rico-poderoso y clientes-pobres-débiles. Ambición y servidumbres se conjugan así en una red de intereses tanto más amplia como sea el poder de dominio de cada patrón.

   Evidentemente hay muchas clases de clientes. Cicerón diferenciaba tres. Algunos clientes tenían incluso varios patronos. Tener gran clientela significada gran prestigio. El servilismo, la adulación al patrón (la salutatio) son componentes típicos de los clientes que esperan recibir por su parte protección, favorecimiento, esto es, mecenazgo. Los clientes que comían del patrón pero no "trabajaban" para él por vagancia eran llamados "parásitos" que en griego significa literalmente "comensales".

   La función de la institución clientelar era la de permitir a individuos pobres pero aptos su ascenso y desarrollo social al margen de sus propias y débiles redes familiares. Supone un estadio intermedio entre la esclavitud y la sociedad contractual. es por lo tanto una estructura social post-esclavista y pre-contractual.

   Objetivamente puede haber tantas clases de patronazgo como patronos, cada uno orientado a sus respectivos fines. Unos se orientarán hacia los negocios, las explotaciones agropecuarias, las empresas... otros hacia la política, la obtención de votos, otros quizá sólo busquen prestigio o posición social y con frecuencia aspiren a una suma de todo ello. El cliente generalmente tiene ambiciones más básicas, sólo busca ganarse un medio de vida (comer, comodidad, un trabajo estable, dinero, ropa, tener casa, favores...) que pretende conseguir gracias a sus servicios al patrón.

   En España el patronazgo susbiste en determinadas zonas menos industrializadas (Andalucía, Galicia...) lo mismo que en muchas partes de América Latina. En España el patronazgo político suele llamarse "caciquismo" y está muy relacionado con prácticas de nepotismo y amiguismo (enchufes). La rivalidad o el conflicto de intereses entre redes clientelares o mafias puede ser mucho más peligrosa cuanto más se encuentren éstas involucradas en actividades ilegales como contrabando, comercio de drogas o prostitución.

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